La conexión entre la salud bucal y las enfermedades cardiovasculares se ha investigado durante muchos años, y aunque no se ha establecido una relación de causa y efecto definitiva, los estudios sugieren una fuerte asociación entre ambas. Las teorías principales que respaldan esta conexión son la inflamación y la bacteremia.
1. Inflamación: La periodontitis es una forma avanzada de enfermedad de las encías y es causada por la inflamación crónica en las encías y los tejidos circundantes. Las bacterias presentes en la placa dental desencadenan una respuesta inflamatoria en el cuerpo, y las moléculas inflamatorias pueden ingresar al torrente sanguíneo y afectar las paredes de las arterias. Esto puede contribuir al desarrollo de aterosclerosis, que es la acumulación de placa en las arterias, lo que estrecha el flujo sanguíneo y aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
2. Bacteremia: La boca contiene una gran cantidad de bacterias, algunas de las cuales son inofensivas y otras potencialmente dañinas. Cuando se realizan ciertas actividades, como cepillarse los dientes, usar hilo dental, o incluso masticar alimentos duros, es posible que se liberen bacterias y partículas de alimentos en la corriente sanguínea a través de las encías dañadas o inflamadas. Estas bacterias pueden alojarse en las placas de ateroma (placas de grasa) que se forman en las paredes arteriales y contribuir a su crecimiento y obstrucción.
Además de las enfermedades cardiovasculares, la mala salud bucal también se ha relacionado con otras condiciones médicas, como la diabetes, la neumonía, la artritis reumatoide y complicaciones durante el embarazo.
Para mantener una buena salud bucal y reducir el riesgo de problemas cardiovasculares, se recomienda seguir estas prácticas:
1. Cepillado adecuado: Cepilla tus dientes al menos dos veces al día durante dos minutos cada vez, utilizando un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor.
2. Uso de hilo dental: Usa hilo dental diariamente para limpiar entre los dientes y eliminar la placa y los restos de alimentos que el cepillado no puede alcanzar.
3. Visitar al dentista regularmente: Haz visitas periódicas al dentista para realizar limpiezas profesionales y exámenes dentales, lo que puede ayudar a detectar problemas en etapas tempranas.
4. Dieta equilibrada: Mantén una dieta saludable y equilibrada, limitando el consumo de azúcares y alimentos altamente procesados que pueden contribuir a la caries dental.
5. Evita el tabaco: El tabaquismo aumenta el riesgo de enfermedades periodontales y cardiovasculares. Dejar de fumar puede mejorar significativamente la salud bucal y general.
6. Controla las enfermedades sistémicas: Si tienes condiciones médicas como la diabetes, asegúrate de mantenerlas bajo control, ya que pueden afectar la salud oral y cardiovascular.
Recuerda que una buena salud bucal es esencial para mantener una buena salud general. Si tienes preocupaciones sobre tu salud bucal o cardiovascular, no dudes en consultar a un dentista o médico para obtener orientación y atención adecuada.